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Gastos fiscalmente deducibles en autónomos

Contenido del artículo

Los trabajadores autónomos soportan una pesada carga de obligaciones, cotizaciones e impuestos, por lo que conocer los gastos fiscalmente deducibles a los que pueden acogerse es muy importante.
A continuación se explican los tipos de gastos deducibles para autónomos que coticen en el régimen de estimación directa, el más habitual.

 

Requisitos de los gastos deducibles en autónomos

Hacienda establece una serie de requisitos que deben cumplirse para poder deducir determinados gastos en el IRPF de los trabajadores autónomos.
En primer lugar y como es lógico, los gastos deducibles deben estar relacionados con la actividad económica que realice el autónomo.
Por otro lado, los gastos siempre deben estar justificados con factura, siendo en algunas ocasiones también válidos los tickets. De ahí la sana costumbre de los autónomos de pedir factura de prácticamente todo.
Y por último, estos gastos deben registrarse en el correspondiente libro de gastos e inversiones que todo autónomo debe llevar.

 

Tipos de gastos que se pueden deducir

Son deducibles fiscalmente para los trabajadores autónomos, según la enumeración que hace Hacienda:
Los consumos de explotación, que son todas las adquisiciones de materias primas y auxiliares, mercaderías y material de oficina, embalajes y envases.
También son gastos deducibles los salarios de los empleados, tanto los sueldos mensuales como las pagas extraordinarias, las dietas y las indemnizaciones.
Las cotizaciones a la Seguridad Social tanto del propio autónomo como de sus empleados también se pueden deducir, así como los gastos en formación, seguros de accidentes, planes de pensiones y premios y regalos a los trabajadores.
Los autónomos también pueden deducir los alquileres de los locales que utilicen para su actividad económica (oficina, almacén, etc.) y otros cánones, como los servicios de asistencia técnica y leasing. Los gastos por obras de reparación y conservación también son fiscalmente deducibles.
También cuentan los gastos derivados de servicios prestados por profesionales independientes como notarios, abogados o contables. Otro tipo de servicios exteriores como los suministros de electricidad, agua e Internet, los seguros, los transportes o la publicidad también se incluyen en este apartado.
En cuanto a los impuestos que son fiscalmente deducibles, hay que incluir el impuesto de bienes inmuebles (IBI) y el impuesto de actividades económicas (IAE). El IVA soportado será fiscalmente deducible solo cuando no se desgrave a través de las declaraciones trimestrales, por ejemplo, cuando el autónomo realiza una actividad exenta de IVA como la medicina o la educación.
También se pueden deducir gastos financieros y amortizaciones, suscripción a revistas profesionales, asistencia a cursos y congresos y cuotas a asociaciones profesionales.

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